CIUDADES PATRIMONIO HUMANIDAD M-U
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Mérida
Viaja en el tiempo a una de las ciudades más florecientes del Imperio Romano. Punto de partida de la antigua Vía de la Plata, su mayor reclamo es el Teatro Romano, una auténtica joya de la arquitectura. Construido en el siglo I a.C., sigue cumpliendo la función para la que fue diseñado. Cerca de allí se levanta el Anfiteatro, sedes ambos del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Y desde la Alcazaba árabe, recinto fortificado rodeado por un gran foso, se puede admirar la hermosa vista del río Guadiana, atravesado por varios puentes.
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Salamanca
Adéntrate en una ciudad abierta y vibrante. Su vida gira en torno a la Universidad, una de las primeras que se crearon en España y una de las más antiguas de Europa. Hoy en día, sigue atrayendo a miles de jóvenes llegados de todo el mundo para aprender español. El alma de Salamanca es su famosa Plaza Mayor de estilo barroco, y su joya arquitectónica es la fachada plateresca de la Universidad, pura filigrana hecha con piedra. Sin olvidarnos del magnífico conjunto formado por la catedral Nueva y la catedral Vieja.
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San Cristóbal de La Laguna
La isla de Tenerife no son sólo playas de ensueño y naturaleza en estado puro. También es el trazado colonial y el colorido de su primera ciudad, San Cristóbal de La Laguna, con más de cinco siglos de existencia. Te enamorarán sus calles peatonales, sus palacios y edificios religiosos y el relajado estilo de vida tinerfeño. Su modélico trazado urbano con forma de cuadrícula está diseñado con instrumentos de navegación marítima. La ciudad presume también de tener un magnífico núcleo costero, así como el Parque Rural de Anaga.
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Santiago de Compostela
Según cuenta la leyenda, la aparición de los restos del apóstol Santiago originó la creación de Santiago de Compostela, capital de Galicia. Pronto se convertiría en ciudad santa, junto a Jerusalén y Roma, y centro de peregrinaciones, dando lugar al Camino de Santiago. Cada año, miles de peregrinos acuden desde todas partes de España y del mundo para llegar a la imponente catedral, etapa final del camino. El casco histórico de la ciudad lo componen una sucesión de vías estrechas, plazas y edificios de granito que desembocan en la Plaza del Obradoiro.
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Segovia
Además de su gran emblema, el imponente Acueducto romano, en Segovia podrás perderte por el laberíntico trazado del Barrio Judío, admirar sus casas señoriales y disfrutar de un cinturón verde ideal para pasear bajo el sol. El Acueducto sirve como puerta de entrada al casco histórico y te acompañará a lo largo de tu recorrido por las viejas calles medievales. A un paso de la Plaza Mayor porticada, se alza la soberbia Catedral de Santa María. También impresionante es el Alcázar, una singular fortaleza medieval elevada sobre la roca.
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Tarragona
La antigua Tarraco atesora en sus calles, plazas y edificios algunos de los restos mejor conservados de la presencia de la antigua Roma en la Península Ibérica. El casco histórico de la antigua capital de Hispania está rodeado por una gran muralla del siglo II a.C. También podrás descubrir a la diosa protectora de los gladiadores en el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona, asomarte al Balcón del Mediterráneo para sentir la brisa marina o pasear por las callejuelas de su casco histórico. En Tarragona hay tantos planes como puedas imaginar.
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Toledo
Estás ante un museo de historia al aire libre. Nada más llegar, te llamarán la atención sus calles estrechas y sinuosas, antaño ocupadas por mezquitas, baños y bulliciosos zocos de la época de dominación musulmana. Tras la reconquista cristiana, Toledo se convirtió en la Ciudad de las Tres Culturas. Durante siglos, aquí convivieron cristianos, judíos y musulmanes, una época de paz y esplendor en la que cada comunidad legó a la ciudad su particular herencia arquitectónica, que se percibe a lo largo de su laberíntico casco histórico.
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Úbeda
Rodeada por los valles de los ríos Guadalquivir y Guadalimar, en medio de un mar de olivos, esta ciudad andaluza atesora un impresionante conjunto monumental, único en España. Su centro histórico reúne algunas de las mejores joyas arquitectónicas del Renacimiento andaluz. Caminar por sus calles y plazas hará que te sientas en pleno siglo XVI. La bella Úbeda, jalonada por palacios y torres, es una ciudad admirable con un pasado culto y cortesano, donde brilla con luz propia la grandiosa Basílica de Santa María de los Reales Alcázares.